Una capa musical es una parte de la canción que contiene características con un aspecto común entre ellas. Una parte importante del beatmapping en cada modo de juego gira en torno a seguir de forma consistente diferentes tipos de capas (como percusión, voces y patrones de sonido), y cambiar entre ellas con el propósito de enfatizar y contrastar.
Normalmente, una sola capa en una pieza musical representa un grupo de instrumentos de la misma familia o extensión, o —alternativamente— voces del mismo tipo. Dado que las capas son abstractas, pueden limitarse a un único instrumento o tipo de sonido, dependiendo del contexto en el que se analicen. Otros criterios de subdivisión de las capas incluyen los patrones rítmicos, la melodía, la armonía o el tono.
Aunque la elección de la capa a seguir suele quedar a discreción del autor del beatmap, las opciones suelen ser las más obvias y reconocibles:
Además de las capas existentes, los mappers pueden organizar objetos de tal manera que se cree una nueva capa. Este enfoque se denomina a menudo overmapping y se utiliza con el propósito de hacer el beatmap más interesante debido a nuevas oportunidades rítmicas, normalmente no presentes en la canción. Sin embargo, la colocación inconsistente o excesiva de notas puede dificultar que los jugadores sigan la intención del mapper, y arruinar la relación del beatmap con la canción o sus características clave.